
Este Centro de Interpretación sobre el Agua en Córdoba es una iniciativa qué pretende ser un referente en cuanto a la divulgación sobre la cultura del agua. Este museo nace con la intención de reflexionar sobre el uso qué le damos al agua, su explotación y comprometer a las futuras generaciones con su conservación y mejor uso.
Lo que se expone en esta Casa del Agua es una representación de la historia del agua en Córdoba, tratado como un elemento vital y mediante el cual conoceremos los usos y costumbres de los cordobeses en épocas pasadas.
Contenidos
Diferentes salas del museo
En la sala I se analiza uno de los aspectos más importantes del agua. Se trata del abastecimiento del líquido elemento a la ciudad para sus distintos usos, incluyendo el aprovechamiento humano, los regadíos y el sistema de evacuación. La sala II está dedicada a los distintos recipientes cerámicos que se han ido usando en siglos posteriores, mediante la forma de estas cerámicas estudiamos las diferentes culturas, religiones y los usos más habituales.

Pasando a la tercera sala del museo podemos ver las diferentes fuentes, sus usos y cómo han cambiado la fisionomía de la ciudad. Muchas de estas fuentes históricas aún están en uso y se pueden visitar. El agua también trajo distintos oficios populares cómo son la lavandería, los aguadores, los primeros fontaneros, etc. Todas estas curiosidades las podemos ver en la sala IV.
Por último, en la sala V vemos la evolución de los usos y aprovechamiento del agua a principios del siglo XX, de aquí derivan entre otras cosas las casas de vecinos con usos compartidos del agua y los típicos Patios de Córdoba.
Cuando visitar la casa del agua
Este museo se puede visitar de miércoles a lunes, por las mañanas desde las 10:15h. hasta las 14:15h. La visita dura una hora aproximadamente y el precio de la entrada es de 5€, con descuentos para los menores de 16 años.
Como llegar
La Casa del Agua está situada en la Calle Portillo, a la altura del número 6. Es una calle estrecha que está muy cerca de la Iglesia de San Francisco. Para más señas, se llega en pocos minutos paseando desde la Mezquita.